El arzobispo de Canterbury se ha sumado a las peticiones de los indignados. En una carta pública que reproduce el 'Financial Times', el líder espiritual de la Iglesia anglicana afirma que "las protestas son la expresión de una profunda y amplia exasperación contra los abusos del sistema financiero". Rowan Williams considera "inaplazable" la creación de un impuesto especial sobre las transacciones financieras que serviría para impulsar la economía y financiar las ayudas internacionales
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